Ninoska Freites
Luego de tener a mi bebé, pude bajar el peso que aumenté con el embarazo, pero después de eso me quedé estancada en 165 libras. No lograba rebajar con nada, tenía una vida sedentaria y no tomaba la determinación ni el compromiso para bajar de peso. Veía como mis hermanas estaban en forma y lucían lindas con ropas de moda y a mí nada me quedaba bien. Llegué a ser talla 10 y no quería seguir gastando dinero en ropa tan grande que además me quedaba mal y me hacía lucir muy gorda y mayor. En ese entonces, me sentía vulnerable y con la autoestima por el suelo. Fue cuando una persona que yo consideraba muy importante en mi vida me lastimó mucho al decirme que estaba tan gorda que parecía una vaca. Yo estaba tratando de luchar con mi sobrepeso, aunque debo reconocer que no estaba haciendo lo suficiente para solucionarlo. Estaba realmente preocupada, desanimada y lo último que necesitaba era gente negativa y desconsiderada a mi alrededor. Esa persona me hizo sentir terrible porque se aprovechó de la confianza que le di para lastimarme y humillarme sólo por mi sobrepeso. A partir de entonces, decidí comprometerme conmigo misma y a mi transformación. Ya no quería permitir que nadie me ofendiera o me hiciera sentir discriminada por mi peso y comencé a tomar el control de mi vida con Yes You Can!. Aprendí sobre los productos gracias a las redes sociales. Toda la información que me dieron sobre la alimentación saludable me sirvió muchísimo para saber qué, cómo y cuántas veces comer al día. Me esforcé por incorporar a mi rutina varias sesiones de ejercicio a la semana y todo ha resultado de maravilla. Perdí 40 libras y me siento muy orgullosa de mí misma. Tengo mucha energía para enfrentar todos los aspectos de mi vida, feliz porque la ropa me queda perfecta y volví a ser talla pequeña. Ya dejé atrás esa época de sedentarismo y mala alimentación. Ahora soy una mujer renovada y feliz gracias a Yes You Can!.