Susy Díaz: "Nunca estuve cómoda con mi cuerpo. A pesar de ser una niña bajita, siempre me sentí grande por mi peso. Desde pequeña soñaba con perder peso, pero nunca lo logré. comenzaba muchas dietas, pero las dejaba a la semana, comía mucha comida rápida en cualquier momento y comía lo que quería cuando tenía ganas, sin ningún remordimiento. Nunca bebía agua; si tenía sed tomaba gaseosas, jugos enlatados o bebidas energéticas, incluso a las 3 am si tenía hambre asaltaba la heladera y comía lo que se me antojaba en ese momento, también llegaba muy tarde a casa para hacer pasta con salsa, pan y gaseosa justo antes de acostarme. Y, como trabajaba en un club, me tentaba mi peor enemigo: EL ALCOHOL.

Pensé que podía perder peso cuando quisiera y no haría ningún esfuerzo, aunque era lo que más deseaba. Siempre veía a otras personas perder peso y les preguntaba cómo podían hacerlo, pero nunca seguía su ejemplo. De hecho, yo haría todo lo contrario y les diría "¡eres tan vanidoso!" Gasté tanto dinero en productos extraños, especialistas y un montón de “cosas mágicas” que en lugar de ayudarme a perder peso, en realidad me hacían sentir más desesperada. Aunque siempre he sido una fashionista, siempre me enfadaba cada vez que tenía que ir a comprar ropa. Fue un milagro encontrar algo de mi talla, y cuando lo hice, nunca me gustó cómo me quedaba la ropa. La ropa de tallas grandes no siempre es bonita y por lo general te hace ver mayor. Lo que fue aún peor y más doloroso fue escuchar esa famosa frase “tienes una cara tan hermosa; si perdieras algo de peso serías mucho más bonita”.

Un día me pesé por casualidad y vi que la báscula subía a 145 libras (aproximadamente 65 kilos). Ese fue el día que me di cuenta que tenía que bajar de peso; No sabía cómo, pero estaba seguro de que no podía esperar más. Me sentí tan desesperada y frustrada pero, en lugar de rendirme, esto me dio la fuerza para actuar y buscar ayuda.

Alejandro Chabán es una de las personas a las que agradezco profundamente por ofrecer todo su conocimiento a través de las Redes Sociales. Siguiendo su consejo, pude perder peso. Era algo nuevo y un factor clave para mi éxito porque cada vez que iba a un nutricionista oa cualquier especialista, me metía con dietas aburridas e insípidas que no cumplía por más de una semana. Lo que marcó la diferencia en mi transformación fue descubrir que definitivamente hay una forma divertida de comer, disfrutar los platillos latinos con los que crecí y entender que podía cambiar mi apariencia física comiendo con mucho sabor y color. Lo mejor de todo es que tuve el coraje de decirle ADIOS al alcohol para siempre.

La transformación en mí es más que física; es sobre todo una apreciación más profunda de quién soy. Descubrí que ahora me amo a mí mismo; ahora sí reconozco el reflejo en el espejo. No solo por lo que veo por fuera, sino porque al cambiar mi estilo de vida también cambié mi autoestima y aprendí a quererme. No, sé que puedo luchar por mis sueños y que soy completamente capaz de convertirlos en realidad. Antes no confiaba en mí mismo, no era constante, organizado y no tenía paciencia; para mí estos son rasgos clave para poder perder peso. Ahora, soy la reina de los espejos ya veces esas faldas, camisas y vestidos que ni me pude probar, me quedan grandes. Soy una mujer libre y ahora que peso 45 libras menos, siento que puedo conquistar el mundo.

Como dice el Plan de dieta Yes You Can!™ lo primero que debe cambiar no es lo que hay en su refrigerador, sino lo que tiene en mente. La transformación tiene que ser primero mental, luego física.¡Haga que esa ira que siente cuando no puede hacer ciertas cosas debido a su peso trabaje para usted! ¡Úsalo para ayudarte a avanzar! No te obsesiones, no te compares con otra persona, no te frustres si alguien pierde peso más rápido que tú. Cada día es un paso y cada paso es un día en el que te estás moviendo hacia tu meta. Mi producto favorito es el ¡Sí, se puede! Batidos de reemplazo de comidas"