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La menopausia puede ser percibida como una etapa desagradable debido a los muchos síntomas que la acompañan. Sin embargo, aunque es verdad que el cuerpo femenino experimenta una gran cantidad de cambios que se manifiestan con incomodidad en muchos aspectos, existen formas de disminuir su gravedad y hacer de este momento algo mucho menos difícil de atravesar. Si quieres saber qué cambios en tu rutina pueden ayudarte a sentirte mucho mejor y cuáles son los mejores suplementos para la menopausia , sigue leyendo este artículo que Yes You Can! ha preparado para ti.
La menopausia es el nombre que se le da al periodo de la vida de las mujeres en que su ciclo menstrual se detiene y, por ende, también sus posibilidades de reproducción, ya que su etapa fértil finaliza. No existe una edad específica en la que una mujer alcanza la menopausia, aunque por lo general se espera que suceda entre los 45 y 55 años de edad.
Antes de esto, se experimenta un periodo conocido como perimenopausia, durante el cual el cuerpo femenino comienza a adaptarse a los cambios que vendrán durante la menopausia. Esto puede durar varios años y comenzar alrededor de los 40, aunque algunas mujeres podrían empezar a percibir síntomas desde mediados de los 30. En ambas etapas, las mujeres pueden experimentar una serie de síntomas que generan incomodidad, derivados, principalmente, de la fluctuación en la actividad hormonal y en los niveles de estrógenos.
Sumado a esto, las condiciones de salud de las mujeres en la etapa de la menopausia pueden verse mermadas, aumentando el riesgo de enfermedades como osteoporosis y afecciones cardíacas. Por ello, es importante que, además de combatir los síntomas, también se apliquen cambios en el estilo de vida como llevar una dieta saludable y hacer ejercicio moderado. Mantener un monitoreo constante de cuestiones como la glucosa en sangre y la densidad ósea es otra medida recomendada, así como cuidar de la salud mental.
Durante la perimenopausia los principales síntomas se relacionan con la irregularidad de los ciclos menstruales y la posibilidad de que durante algunos ciclos no se produzca la liberación de un óvulo. Una vez en la menopausia, un mayor abanico de síntomas se presentan. Entre estos se encuentran:
Sofocos
Problemas de sueño
Irritabilidad
Molestias vaginales
Riesgo de infecciones urinarias e incontinencia
Disminución de deseo sexual
Pérdida de densidad ósea
Elevación de los niveles de colesterol
Quizá el síntoma más conocido de la menopausia sean los incómodos sofocos. Estas son olas repentinas de calor que afectan principalmente la cara, el cuello y el pecho. Suelen ocasionar una mayor producción de sudor y pueden darse durante la noche, dificultando conciliar el sueño. Suelen ser uno de los síntomas más molestos, si bien, inofensivos, ya que pueden ocurrir en cualquier momento, sin importar la temperatura del ambiente ni la ropa que uses. Muchas mujeres recomiendan optar por usar atuendo de diversas capas, lo que permite aligerar la vestimenta cuando estos eventos sucedan, además de cargar con un ventilador o abanico que ayude a aliviar el malestar.
En parte debido a los sofocos nocturnos, pero también como un síntoma independiente, muchas mujeres en la menopausia experimentan dificultades para conciliar el sueño por la noche, o para volver a dormir después de despertarse por primera vez en las mañanas. Esta falta de calidad en el sueño puede traer otras consecuencias a corto y mediano plazo como fatiga, dolor de cabeza y afectaciones en la memoria, provocando alteraciones en el funcionamiento normal de nuestro organismo.
Tanto durante la perimenopausia como durante la menopausia, se pueden experimentar cambios de humor repentinos e irritabilidad. Algunos expertos mencionan que también existe un mayor riesgo de sufrir depresión. La causa central son los desbalances hormonales, sin embargo, la falta de sueño y el estrés causado por los cambios experimentados pueden agravar el estado anímico. De ahí que sea importante prestar atención a la salud emocional, además de la física durante este periodo.
La disminución de estrógeno en el cuerpo puede ocasionar que los tejidos vaginales ya no sean tan elásticos como antes y dificultar la lubricación. Esto puede ocasionar que las relaciones sexuales se vuelvan incómodas e incluso dolorosas. No todas las mujeres experimentan los mismos síntomas con igual intensidad, no obstante, ante cualquier molestia que esté afectando tu calidad de vida en cualquier aspecto, es importante acercarse a un médico para buscar soluciones adecuadas, ya que, en algunos casos, las molestias vaginales pueden tratarse con medicamentos recetados.
Otra consecuencia de la pérdida de hormonas femeninas, como el estrógeno, es que tus vías urinarias quedan más vulnerables a las bacterias, por lo que se vuelve más fácil adquirir infecciones urinarias. La pérdida de elasticidad y tono del tejido también podría ocasionar que algunas mujeres presenten episodios de incontinencia, generando efectos adversos en su vida diaria.
Además de las dificultades que las molestias vaginales pueden originar para la vida sexual de las mujeres, durante la perimenopausia y la menopausia también pueden llegar a experimentar variaciones en su respuesta sexual, generalmente, una disminución de su libido y su excitación. Esto puede relacionarse con las alteraciones hormonales, pero también con la carga emocional que la menopausia representa. Sumado a ello, la incomodidad por la sequedad vaginal puede ser otro factor que afecte la disposición hacia la vida sexual. En ciertos casos, estas problemáticas pueden requerir tratamientos de medicina tradicional, psicológicos o alternativos.
Uno de los problemas más serios relacionados con la menopausia, dadas sus posibles consecuencias, es la pérdida de la densidad ósea. Esto se refiere a la cantidad de calcio y otros minerales que se encuentran en nuestros huesos. Cuando los huesos presentan bajos niveles de calcio, se vuelven más porosos y mucho más propensos a fracturarse. Dadas estas condiciones, se incrementa el riesgo de osteoporosis y otras enfermedades relacionadas. Por lo general, se recomienda que se consuman alimentos ricos en calcio y complementos alimenticios que contengan este mineral para fortalecer los huesos.
Otro suplemento alimenticio que se puede añadir a una dieta sana durante la menopausia es el colágeno hidrolizado. Este producto, muchas veces adicionado con una mezcla de vitaminas como vitamina E, vitamina D, vitamina B12 y otros nutrientes, favorece la salud de los huesos, a la vez que mejora el aspecto de la piel, las uñas y el cabello.
Otra consecuencia de importancia de la menopausia es el posible aumento de colesterol malo, una sustancia cuya concentración eleva el riesgo de desarrollar diversas enfermedades cardíacas. En el caso de las mujeres con menopausia, este riesgo se incrementa, ya que al mismo tiempo que aumenta este tipo de colesterol, también disminuye el llamado colesterol bueno. Una dieta rica en alimentos con omega-3 y otras grasas buenas puede ayudar a cuidar la salud cardiovascular y disminuir las posibilidades de aparición de estas enfermedades cardiovasculares.
A pesar de que los síntomas de la menopausia no pueden ser completamente eliminados, existen diversos tratamientos y recursos que pueden paliar su intensidad y evitar la afectación a la calidad de vida de las mujeres.
Como con muchos otros retos de salud, las recomendaciones de los médicos para tratar los síntomas de la menopausia se relacionan con implementar un estilo de vida saludable que ayuda a fortalecer nuestro organismo. Entre las principales recomendaciones se encuentran:
Disminuir el consumo de alcohol, comidas picantes y cafeína, ya que pueden empeorar la sintomatología.
Dejar de fumar, debido a que el tabaco puede empeorar los sofocos.
Mantener un peso saludable.
Procurar un descanso adecuado manteniendo su habitación con condiciones adecuadas como buena ventilación, baja iluminación y un entorno silencioso.
Hacer ejercicio de manera regular.
Procurar reducir el estrés mediante actividades como meditación, ejercicios o hobbies que se disfruten particularmente.
Tener una dieta rica en verduras de hojas verdes, frutos secos, cereales integrales, frutas y fuentes de calcio.
De ser necesario, incluir suplementos nutricionales o alimentos enriquecidos para cubrir cualquier deficiencia en el aporte de vitaminas y minerales.
La terapia hormonal, mejor conocida como terapia de reemplazo hormonal (TRH), consiste, de acuerdo con los expertos de la Clínica Mayo, en la ingesta de ingredientes clave como el estrógeno o estrógeno y progestina por vía oral o cutánea. Es decir, se pueden suministrar estas hormonas mediante pastillas, parches o cremas para restablecer el equilibrio hormonal. Esta terapia suele tener efectos beneficiosos para aliviar los sofocos, la sequedad vaginal e incluso para ayudar a prevenir la osteoporosis.
Los tratamientos no hormonales para disminuir los síntomas de la menopausia incluyen medicamentos para controlar los sofocos, la incontinencia urinaria y para prevenir la osteoporosis. Algunos médicos podrían recetar pastillas anticonceptivas para tratar la irregularidad de los periodos o el exceso de sangrado durante la perimenopausia.
Para la sequedad vaginal se suelen recomendar lubricantes con base de agua, así como otro tipo de medicamentos para disminuir el dolor durante las relaciones sexuales. También podría sugerirse algún tipo de terapia psicológica para los problemas del sueño.
En cuanto a los suplementos naturales, puedes encontrarlos también en una diversidad de presentaciones como polvo, pastillas o cremas. Todos ellos preparados con ingredientes naturales que ayudan aliviar los síntomas más desagradables de la menopausia. De acuerdo con un artículo de Journal Of Women´s Health, el cohosh negro es uno de los actores clave en el panorama de los suplementos naturales, y uno de los que más se menciona como auxiliar en el tratamiento de los síntomas de la menopausia.
Y en Yes You Can! también contamos con algunos productos que son una fuente conveniente de este ingrediente y que pueden acompañarte durante esta etapa. El suplemento Meno-Pausecontiene cohosh negro, además de extracto de ashwagandha, raíz de rosa, trébol rojo, sauzgatillo y raíz de ñame silvestre.
Esta mezcla de plantas tiene los beneficios potenciales de equilibrar tus hormonas, aliviar los sofocos y reducir el estrés, ayudando a mejorar tu salud cerebral. Esta combinación única también contribuye a mejorar los niveles de energía y el bienestar emocional. Solo requieres consumir una dosis de 30 ml diluidos en 16 oz de agua en cualquier momento del día para empezar a sentirte mejor.
Ninguna etapa en la vida de la mujer debería estar marcada por la incomodidad y el malestar. Date la oportunidad de disfrutar de cada momento de tu vida con la ayuda de los consejos y suplementos de Yes You Can!. ¿Quieres saber más? Sigue explorando nuestro blog, visita nuestra tienda en línea o llámanos al 1-888-988-5515.