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Emprender un proceso de reducción de peso es un camino desafiante que puede provocarnos mucha frustración cuando no obtenemos resultados óptimos. Diversos factores pueden influir para que nuestros esfuerzos no se reflejen de la forma que desearíamos: desde falta de consistencia en nuestros cambios de hábitos (ser incapaces de seguir una rutina de ejercicios, una dieta saludable o de disminuir nuestra ingesta de alimentos) hasta cuestiones genéticas. Estos obstáculos pueden llevarnos a considerar otros métodos para ayudarnos a bajar de peso.
Este es el caso de la semaglutida, un medicamento recetado que se ha popularizado como auxiliar en los procesos de pérdida de peso entre personas con obesidad, aunque su función principal nunca fue esa. Si estás pensando en usar esta sustancia para alcanzar tus objetivos de transformación, échale un ojo a este artículo primero, para conocer qué nuevas noticias hay sobre su uso y que otras opciones tienes al tratamiento con semaglutida.
Quizá más que de semaglutida, hayas escuchado hablar de este medicamento con sus nombres comerciales: Ryvelsus, Wegovy y Ozempic, por mencionar los más conocidos. Gracias a su popularización entre algunos personajes mediáticos (como Elon Musk y Kim Kardashian), más y más personas en los Estados Unidos han buscado tomarla como solución a sus problemas de sobrepeso. Pero, ¿qué es la semaglutida?
La semaglutida es parte de la clase de medicamentos llamados agonistas del receptor del péptido-1 similar al glucagón, o GLP-1, lo que significa que imita a la hormona GPL-1, una hormona liberada en el intestino al recibir alimentos.
Este medicamento fue diseñado, en principio, para tratar la diabetes, ya que induce la producción de insulina, provocando que los niveles de glucosa en sangre se reduzcan. En 2021, las autoridades sanitarias de la FDA (U.S. Food and Drug Administration), aprobaron su uso para el control de peso en adultos con obesidad o sobrepeso.
La razón por la que la semaglutida tiene efectos en el peso es que, además de mantener bajos niveles de azúcar, también interactúa con la parte del cerebro encargada del apetito y la sensación de saciedad. En cantidades elevadas, la GLP-1 ayuda a suprimir el apetito e incrementa la sensación de saciedad, lo que ayuda a disminuir los antojos de alimentos poco saludables.
De ahí que la toma de semaglutida, en combinación con una dieta equilibrada y ejercicio, ofrezca resultados notables en los procesos de pérdida de peso.
La semaglutida se administra, por lo general, en forma de una inyección semanal. Regularmente, los propios pacientes pueden administrarse las dosis. Tu proveedor de atención médica deberá proporcionarte el kit para realizar el procedimiento, así como las indicaciones precisas para llevarlo a cabo. Los doctores hacen especial hincapié en que no debe compartirse el medicamento inyectable con nadie y que se desechen las agujas de forma adecuada.
En caso de no tomar una dosis en el día establecido, se recomienda tomarla inmediatamente después. Sin embargo, si se ha perdido una dosis y la siguiente debe tomarse en menos de dos días, lo mejor es no recuperar la dosis perdida. Por ningún motivo deben tomarse dosis dobles. Si, por cualquier motivo, un paciente llegase a tomar una sobredosis de semaglutida, es vital que acuda a un centro de atención médica de inmediato o se comunique a un centro de control de envenenamiento.
Si bien, la semaglutida ha demostrado que genera una pérdida de peso significativa, no todas son buenas noticias. Como todos los medicamentos recetados, el uso de semaglutida presenta desventajas en diversos aspectos.
Una de las razones por las que este tratamiento se ha vuelto popular primero entre personajes de Hollywood e influencers, es porque se trata de un medicamento de costo elevado que, además, no se encuentra cubierto por las compañías de seguros médicos en su uso en procesos de pérdida de peso.
Cada dosis mensual de semaglutida puede alcanzar un costo de más de mil dólares, lo que puede resultar oneroso para la mayoría de la población.
La semaglutida, debido a su interacción con el sistema endocrino, no es recomendable para pacientes con ciertas afecciones como:
Tumores endocrinos o con antecedentes de cáncer de tiroides
Problemas de visión
Antecedentes de problemas mentales, depresión o ideación suicida
Antecedentes de pancreatitis
Enfermedad del riñón
Problemas intestinales
Alergias o reacciones inusuales a medicamentos, alimentos u otras sustancias
Personas embarazadas o en lactancia
De acuerdo con el sitio de la Clínica Cleveland, el uso de semaglutida puede tener un rango amplio de reacciones adversas, que varían de sujeto en sujeto. Algunas pueden ser leves como mareo, fatiga, dolor de cabeza y molestias estomacales como diarrea o estreñimiento, pero otras pueden llegar a ser severas. Si cualquiera de las siguientes situaciones se llega a dar durante el consumo de semaglutida, debe buscarse atención médica expedita y detener las dosis.
Reacciones alérgicas
Alteraciones en la visión
Deshidratación
Problemas intestinales severos (dolor severo, náusea, vómito o fiebre)
Disminución de orina o hinchazón en tobillos, manos o pies
Pancreatitis
Ideación suicida, depresión o empeoramiento del estado de ánimo
Cáncer de tiroides
De acuerdo con una nota del sitio SciTechDaily, el uso de la semaglutida para bajar de peso podría dar un giro importante en poco tiempo. Investigadores franceses han desarrollado una forma de semaglutida en hidrogel que podría cambiar las dosis semanales por dosis mensuales, lo que facilitaría el consumo de este medicamento.
El prototipo aún está en la etapa de ensayos clínicos con animales, pero los investigadores creen que la liberación de semaglutida en el cuerpo de forma mensual puede lograrse.
Por otro lado, un estudio reciente de la Escuela de Medicina de Perelman, ha señalado que el uso de la semaglutida para bajar de peso no ha demostrado tener efectos en la salud mental de los pacientes que no cuenten con historial previo de desórdenes mentales - contrario a lo que se había pensado antes -. De cualquier manera, siempre es recomendable hablar con tu doctor acerca de los posibles efectos que cualquier medicamento podría tener en tu caso particular.
Como puedes ver, el uso de semaglutida para bajar de peso requiere de una cuidadosa consideración y supervisión médica. No es un producto que debas tomar de forma laxa y quizá tampoco sea el adecuado para ti.
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